Agarra mi mano, acompáñame a un mundo completamente tuyo, enteramente mío, con ese poder que nos da la estrellada noche. Ven y dibuja conmigo figuras en el cielo, esbozos de besos robados, llenos del color de nuestros ojos, deja que esos trazos formen nuevos sueños de la vida que nos espera.
Seamos la suma de las pequeñas cosas que nos regalamos a diario, inmortalizadas en la bóveda celeste de la luna.